Guarderías reprobadas en Interacciones: IMSS-BID
- Francisco García Nieto

- 18 nov
- 2 Min. de lectura
Calificación de 1.8 / 7 en interacciones en guarderías.
El Programa Luciérnaga es una iniciativa conjunta del IMSS y el BID diseñada para transformar la calidad de la atención infantil temprana en México, enfocándose especialmente en las interacciones entre agentes educativos y niñas y niños de hasta tres años. La evaluación diagnóstica que precedió al programa reveló que, aunque la infraestructura de muchos centros de cuidado infantil era adecuada, la calidad de las interacciones en el aula presentaba graves deficiencias: por ejemplo, en apoyo motivador del aprendizaje, se obtuvo un puntaje de apenas 1.8 sobre una escala de 1 a 7.

En ese contexto, el programa definió doce prácticas priorizadas, que se entienden como estrategias concretas para mejorar la calidad de las interacciones, el lenguaje, la exploración, el apoyo emocional y las rutinas de cuidado.
Enfoque de mediano plazo
El objetivo de mediano plazo del Programa Luciérnaga es elevar los niveles de calidad de las interacciones en los centros de atención infantil —pasando de puntajes bajos a niveles “aceptables” u “óptimos”—, de modo que los niños y niñas tengan un ambiente más seguro, rico en lenguaje, explorativo y emocionalmente acogedor. Con ello se busca no solo mejorar su experiencia inmediata, sino favorecer su desarrollo cognitivo, socioemocional y de lenguaje, lo que tendrá repercusiones positivas a lo largo de su vida.
Implica evolucionar la guía técnica del procedimiento de pedagogía en guarderías y que el programa pedagógico de los CECI´s ya contemple este enfoque desde el inicio.
Primera práctica priorizada: “Establezco interacciones cercanas con niñas y niños”
La práctica número 1 del programa se define como “Establezco interacciones cercanas con niñas y niños”. Esta práctica prioriza la construcción de vínculos cercanos y sensibles entre el agente educativo y cada niña o niño, basada en la premisa de que la calidad del cuidado depende en gran medida de cómo se sienten los niños en el día a día: reconocidos, escuchados, acompañados.
Implementar esta práctica implica que el personal educativo adopte rutinas conscientes de presencia, atención plena, lenguaje adecuado, y respuestas sensibles a señales verbales y no verbales de los niños. También supone que el diseño del aula, las transiciones, los saludos, el acompañamiento de juego y la despedida respondan a un modelo de interacción cálida y estable.
Contexto: "todo es considerado maltrato infantil"
Aporto al programa el concepto de "Interacciones físicas de calidad", enfatizando que los padres y madres estén conscientes de los cambios conductuales propios de los niños , que no necesariamente implican señales de maltrato. También, que el personal de las guarderías continúe su profesionalización para ejecutar de forma transparente y normada formas de contacto físico con los niños que no sean confundidas con tocamientos impropios:
cuidado y soporte afectivo
cuidado y registro de la salud de las niñas y niños en guarderías
Primer respondiente y criterios específicos.








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