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Foto del escritorFrancisco García Nieto

¿Y las trabajadoras?

Actualizado: 6 sept 2020

Difíciles condiciones laborales de los trabajadores de guarderías


Datos de la encuesta


En una reciente encuesta aplicada a más de 5900 trabajadores de guarderías en 30 entidades federativas, el 87% reconoció que recibió su salario íntegro o con descuentos justificados durante el periodo de cierre por confinamiento. (1)

Me llamó la atención el alto número de mensajes privados que recibí y de comentarios Públicos en mis artículos recordándonos presuntos abusos y deficientes condiciones laborales. También he tenido la oportunidad de escuchar argumentos y puntos de vista de parte de dueños de guarderías y a lo largo del tiempo he venido formando mi criterio.


En la encuesta, en una calificación donde 1 es “no se cumple en absoluto” y 5 es “estoy satisfecho” , las trabajadoras califican su ambiente laboral con una calificación de 3.20.


Otro dato relevante tiene que ver con un rezago de los salarios en las guarderías, donde las guarderías más grandes y que forman parte de grupos empresariales de guarderías suelen tener mejores salarios, respecto a las guarderías más pequeñas que ofrecen salarios menores. Estados como Oaxaca, Tlaxcala, Chiapas y Puebla ofrecen salarios por debajo del promedio nacional. Los salarios más altos están en Nuevo León y Jalisco.

Posturas encontradas

Cuando muchas trabajadoras, incluso de manera subrepticia, comenzaron a cuestionar la viabilidad de reiniciar labores en las guarderías fueron calificadas de “irresponsables”, “flojas” y "convenencieras”. Parecía que las posturas de las trabajadoras que se atrevieron a hacer públicas sus posturas chocarían con las de las usuarias que necesitan el servicio y que quieren la reapertura de guarderías.


La actitud de algunos dueños de guarderías, basados en los testimonios y la información recabada en la encuesta, fue la de intentar evadir los controles del IMSS y citar a trabajar a sus trabajadoras, inclusive pagar menos salario. Algunos llegaron a argumentar que el IMSS no les pagó el servicio en el confinamiento, aunque según el Instituto, no se dejó de pagar a ninguna guardería.


He escrito previamente acerca de los problemas a los que se enfrentan las guarderías, pero también he expuesto que el

olvidar la aportación indispensable de las trabajadoras y los usuarios en la supervivencia de las guarderías será un error que puede pagarse caro.


Los empleadores


Algunos comentarios aislados, que sin embargo se corroboran con los datos públicos, nos demuestran que a las trabajadoras las consideran meros recursos humanos, como cualquier otro recurso.

Por ejemplo, hay Estados donde de forma soterrada algunos empleadores se vanaglorian de que están protegidos por contratos con Sindicatos. Las trabajadoras nunca saben que están sindicalizadas.(2)


Esto es ejemplo de la actitud indiferente hacia las trabajadoras. Lo mismo ocurre cuando algunos empleadores se quejan furiosamente de la falta de “compromiso” de éstas, o las consideran inferiores. Esto no es una práctica generalizada, pero hay testimonios escalofriantes de los malos tratos y el clasismo en algunos centros de trabajo.

Orígenes

Estamos hablando de empresas de servicios, que dependen mucho de la gestión de las actitudes y aptitudes de las personas, y cuya medición de la calidad depende, en parte, de factores subjetivos.


Lo que el IMSS se gasta en poco más de 130 guarderías propias, en pensiones y servicios del personal, Equivale a una tercera parte de lo que cuesta la contratación de más de 1300 guarderías indirectas. Una simple mirada a las plantillas de personal de guarderías indirectas contra las directas nos mostrará los orígenes de la desigualdad: más cargas de trabajo y menos personal por niño en guarderías indirectas que en las directas (las propias del IMSS ). Los bajos salarios están condicionados por la competencia y la alta rotación del personal en algunos estados, pero también en esquemas de contratación alevosos, donde lo mismo se les hace firmar hojas en blanco o renuncias por adelantado, que se les imponen largas jornadas laborales, prestaciones simuladas (capacitación, uniformes, vacaciones, etc.) y la intervención subrepticia de sindicatos y despachos jurídicos dedicados a proteger a los patrones.


Tambien hay lugares donde las empresas comenzaron a mejorar las condiciones de sus trabajadoras y han tenido éxito en conservar a su personal, ganar su lealtad y aumentar de forma objetiva sus niveles de productividad.


Alternativas: El Congreso


Durante años, los legisladores y las autoridades del IMSS han escuchado de los “membretes” de asociaciones de guarderías, las peticiones de más recursos para las guarderías. Y con esa misma codicia han dejado que se rezague el salario real de muchas guarderías.(3)


El Congreso podría reformar la Ley Federal del Trabajo para establecer salarios mínimos profesionales en guarderías, para hacer justicia a quienes, al día de hoy, se les exige certificaciones, títulos y disposición cuando reciben salarios menores a los de trabajadoras menos calificados.

El H. Congreso de la Unión y las partes interesadas podrían recurrir a controversias por garantías sobre del artículo 123 Constitucional: “a trabajo igual corresponde salario igual” , por lo que, si se trata de los mismos niños y los mismos servicios, ¿por qué una puericultora en las guarderías ordinarias del IMSS gana más que una asistente educativa en las guarderías indirectas?

Ya hay legisladores y políticos que están dando entrada a nuestras ideas. Hay legisladores solidarios y responsables. También hay oportunistas que desde sus puestos políticos han favorecido a sus propias guarderías.


Y también, hay que decirlo, a decenas de guarderías donde han avanzado en la

mejora de las condiciones de sus trabajadoras.

“Alborotando el gallinero”


En las condiciones actuales, se les dirá a las trabajadoras que deben estar agradecidas con conservar su empleo, y que deberán esperar un mejor momento para que se mejoren sus salarios. Pero, la vida es hoy, y este es un momento de cambios en el que se pueden cambiar las condiciones laborales.


Comencemos con el respeto a la dignidad y salud de las personas, y empecemos a tomar

en cuenta a la aportación más importante en las guarderías: los seres humanos que las integran.


Nadie te irá a tocar tu puerta para ofrecerte tus derechos, hay que exigirlos. Cuando me dicen en forma de reproche que “estoy alborotando al gallinero”, lo que siempre les contesto es: “no son gallinas, son maestras”.

FGN



(1) Escuesta digital multiplataforma aplicada a 5900 particiantes mediante SurveyMonkey; los resultados fueron públicos y no se violentó el derecho a la intimidad de nadie.

(2) Cuando una empresa firma un Contrato Colectivo de Trabajo, esa información queda disponible en los registros públicos de las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje. Por su naturaleza, es información que no puede ocultarse.

(3) No hay asociaciones verdaderamente representativas de las guarderías, por más que sus nombres sean grandilocuentes .


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